Sanando al niño interior
El niño interior no es una entidad física como tal, es esa parte profunda de nuestra psique emocional y sensorial , que contiene todas esas experiencias que viviste desde que eras muy pequeño , hasta aproximadamente los siete / ocho años. Es esa parte que de ti, que es espontánea, creativa, amorosa, confiada y espiritual. Pero que con el tiempo y con las distintas experiencias se ha ido volviendo más retraído, menos confiado, con miedo o con ese instinto de explorar más apagado.
La mayoría de las personas no se percatan de la existencia de este niño interior, pero lo cierto es que en ocasiones es el quien determina como respondemos ante determinadas circunstancias. Cuando reaccionamos de forma exagerada o incomprensible, probablemente es nuestro niño interior el que esta expresado su “HERIDA” EMOCIONAL a través del adulto. Este es uno de los riesgos de no reconocer a nuestro niño, si se mantiene en la penumbra tendera a salir de manera impulsiva o automática, sin que medie razonamiento alguno.
Otro riesgo de mantener a nuestro niño interno con sus heridas intactas, es que puede bloquear nuestra capacidad de co-crear a través de las creencia limitantes que tiene asociadas a su miedo rabia, tristeza como por ejemplo “no soy capaz” “es imposible que lo logre” “no soy lo suficientemente bueno”…. Todos en algún momento de nuestra infancia, hemos sido vulnerados en menor o mayor medida. Por eso el niño herido crece, pasa por una adolescencia difícil y se convierte en otro adulto angustiado, estresado, lleno de miedos y de culpa.
Además, este niño herido puede haber padecido traumas emocionales que le hayan hecho convertirse en un hombrecito o mujercita demasiado pronto. Cuando aún no le tocaba por edad ni madurez. Por ejemplo, se puede haber sentido excluido o poco querido en su familia, o puede haber sufrido bullying en su colegio. Este niño interior está necesitado de afecto y de amor que nunca recibió. Un maternaje inadecuado o disfuncional.
Por tanto, nuestro comportamiento actual, como pensamos, fortalezas , relación emocional con la comida, problemas en las relaciones de pareja, nivel de autoestima, los hábitos (saludables o no tan saludables) ; gran parte de los comportamientos destructivos que un adulto puede presentar, como la impulsividad, el narcisismo, la co-dependencia, la necesidad de que alguien te atienda y te preste atención, y el miedo al ser abandonado provienen de ese niño interior que no ha sido sostenido y acogido en un apego seguro y saludable.
Beneficios de trabajar en consciencia con las heridas de nuestro niño interior
Acceder a memorias reprimidas que te mantienen estancado.
Liberarte de emociones ENQUISTADAS que están lastimándote de forma inconsciente.
Volver a SENTIR y ser consciente de aquello que sientes.
Sentirte libre y empoderado.
Sentirte seguro y confiado de establecer límites apropiados.
Aprender a protegerte , cuidarte más y tomar mejores decisiones en cuanto a tu salud mental, emocional y física.
Quererte más y querer más tu cuerpo.
Ganar confianza en ti mismo.
Tener mejor autoestima.
Perdonarte y perdonar tu pasado.